Cuento de Navidad - Los Teleñecos











Los teleñecos en la isla del Tesoro

Fragmentos de la paraodia de la Novela "La isla del Tesoro" de la mano de los Teleñecos













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La sirenita segun Doraemon







Doraimon decide cambiar el final del cuento de la sirenita para hacer feliz a una niña...no tiene desperdicio

El Decimo Reino







El décimo reino (The 10th Kingdom en inglés) es una miniserie estadounidense producida por Hallmark Entertainment en el año 2000´}Ésta cuenta las aventuras de unos neoyorquinos, que por medio de un espejo mágico,viven a través de los Nueve Reinos.

Todo comienza cuando el príncipe Wendell White, heredero de Blancanieves, llega a la prisión para negarle la libertad condicional a su madrastra, también conocida como la malvada reina. Sin embargo, para desgracia del príncipe, su visita coincide con la huída de los tres príncipes trolls, quienes junto con su padre liberan a la Reina y a su perro mágico. Cuando el príncipe toca al perro, ellos cambian posiciones, huyendo así el príncipe con forma de perro hasta el desván donde atravieza un espejo mágico y tropieza con una camarera de nombre Virginia cambiando para siempre la vida de ella y la de su padre.

Junto a su padre y con la ayuda del hombre lobo,Lobo,  Virginia y Wendell entran al mundo fantastico de los nueve reinos donde su misión principal es encontrar el espejo magico para que los devuelva a su mundo, pero terminaran llegando al castillo del 4º reino para romper el encantamiento que ata al príncipe a su forma perruna, restituyéndolo a su trono y devolviendo la paz y el equilibrio a los nueve reinos. Claro que eso no va a ser fácil y durante aproximadamente 450 minutos conoceremos todo tipo de personajes y lugares: desde la Cárcel Memorial Blancanieves (donde estaba encerrada la bruja), el plantío de las habichuelas magicas de Jack, la casa de los siete enanos, hasta el bucólico pueblecito en el que los Peep ganan todos los concursos.

Cuentame un cuento! Celtas Cortos





Las aventuras del cerdito valiente - Shin chan







Cuento escrito, inventado dirigido y protagonizado por Shin chan

el mago de los sueños - cuento caperucita






































"Vamos a la Cama que Hay que Descansar, para que Mañana podamos Madrugar"




































































































El Mago de los Sueños (La Familia Telerín)
Nacionalidad
España
Año
1966
Género
Animacion
Formato
Color
Duración
70
Director
Francisco Macián
Guión
Hans Christian Andersen, Francisco Macián
Fotografía
Gilberto Soriano
Música
José Solá
Producción
TVE
Distribuidora
Sogemedia
Reparto
Andy Russell, Juan Carlos Mareco, Chicho Gordillo, Tito Mora, Ennio Sangiusto, Teresa María


Sinopsis
El Mago de los Sueños vuelca su ingenio en una original y divertida narración inspirada en los fabulosos cuentos de Andersen.
El Mago de los Sueños obra el prodigio de crear fantasías desbordadas y de gran espectacularidad.

Porque se sirve del color con un magistral tratamiento de las gamas y de las técnicas de la fotografía y de efectos especiales o trucajes.
El Mago de los Sueños no es sólo una divertida película de dibujos animados, sino también un gran espectáculo en el cual la ilusión óptica corre paralela al deleite auditivo causado por una música de alta sugestión melódica, alegre y emotiva.Añadir Anotación
Y deslizándose en la plataforma de unos deliciosos motivos anecdóticos, descubrirán la gracia de unos personajes tan encantadores como numerosos, a los que, en justa reciprocidad, el público considerará como sus amigos.
Son tipos que juegan, sueñan y cantan con la voz de famosos intérpretes, melodías de ayer.

Porque la música (al igual que la imagen) cuando tiene un estilo, un sentimiento y está dirigida a todos los públicos, no se halla sujeta a éponas ni conoce fronteras, puesto que es un lenguaje universal.Añadir Anotación
Crític






Puntuación
del crítico: 8

Han pasado ya 40 años desde que la familia Telerín triunfaban en la tele, yo la primera vez que vi la película fue hace 10 años y la h evielto a ver con mi sobrinita para recordar los viejos tiempos y la verdad que me acordaba de bastantes cosas, aunque sean nuestros padres lo que más se acordaran de la famosa frase de Vamos a la cama que hay que descansar... que aún hoy en dia se sigue recordando.Añadir Anotación

La cinta esta basada en los populares cuentos de Andersen pero con la famosa familia Telerín (aunque solo salgan los niños). El Mago de los sueños entra por la ventana del atico de los telerines como si de Peter Pan se tratase y les cuenta un cuento acada Telerín para que se duerman.Añadir Anotación

La animación es muy colorista y para ser del 66 no esta nada mal sin tener los recursos que tenia la Disney por aquel entonces.

El doblaje me encanta, lo doblan niños de verdad y queda muy gracioso, sobre todo Maripi, Pelusín y Cuquín que no habla y solo hace ruidos graciosos. No os perdais el momento en el que Maripi cuenta el cuento de caperucita roja a los titeres, es muy bueno, he puesto el enlace abajo.Añadir Anotación

Si te ha entrado la morriña te recomiendo que la veas, un clásico de la animación española sin duda

Extraido de Dreamers.com .Añadir Anotación
 
 

Elvira


Koni-chan Momotaro







Koni Chan (ドットKONIちゃん, Dotto Koni-chan) es una serie de anime japonés creada y dirigida por Shinichi Watanabe el 26 de Diciembre del 2000 y producida por las cadenas ANIPLEX y Sky PerfectTV. El guión estuvo a cargo de Satoru Akahori y Masaharu Amiya. Mientras que el diseño fue hecho por Mitsuhiro Yoneda. La serie fue transmitida en 3 capítulos de 7 minutos cada uno. En Chile fue transmitida por el canal de cable etc...TV y por Chilevisión, en Venezuela, debido al éxito de Los Caballeros del Zodiaco y otras series de anime que pasaron principalmente por Televen, trajeron más programas de anime, y entre ellos, estaba Koni-chan, transmitida junto al otro anime Lost Universe, y ambos hicieron un bloque de anime en el canal Televen de 3:00 a 4:00pm (Koni iba a la primera media hora). En Japón, Koni-chan no tuvo tanto éxito, pero, en latinoamérica (en especial México y Chile), tuvo un gran éxito.

Koni Chan es el chico con más suerte de todo el mundo, compra un solo helado y ya le sale el "vale otro" en el paleta para obtener otro helado sin cargo alguno.

Aunque esta suerte le llega sin buscarla, no deja de vivir increíbles aventuras junto a sus amigos (High, Nari y Moro) y a su simpático perro Afro (al que Koni tiró de un manotazo hasta la Luna luego de que al final del episodio 13.3 Afro haya dicho que era el personaje principal de la serie).
Pero no todo es diversión, ya que la maestra Amorosa, quien tuvo una sensación que hizo que se enamorara de Koni, anda tras sus pasos.

En este episodio nos hacen una parodia de MOMOTARO un cuento popular infantil japones

Cuentos de las estrellas



















































Portada De VHS Americana 









































































Teatro de Cuentos de Hadas o Cuentos de Las Estrellas (T1)
Título original
Faerie Tale Theatre
Nacionalidad
59
Año
1982
Género
Fantastico
Formato
Color
Duración
55
Director
ger Vadim, Francis Ford Coppola , Tim Burton, Nicholas Meyer, Peter Medak, Eric Idle..
Guión
Varios
Producción
Shelley Duvall
Distribuidora
Showtime
Reparto
Elliott Gould, Mick Jagger, Leonard Nimoy, Vincent Price, Robin Williams, Harry Dean Stanton, Pee-Wee Herman, Eric Idle, Christopher Lee, Christopher Reeves, James Coburn, Jim Belushi, Susan Sarandon, Klaus Kinski, Angelica Huston...


Sinopsis
Cuentos Populares de Ayer,Hoy y Siempre plasmado bajo la vision particular de diferentes directores y actores.Repasando desde "El principe encantado" Pasando por "Juan sin Miedo" Hasta "La Sirenita"...Añadir Anotación
Crítica





La opinión de Mr. Dreamy
Puntuación
del crítico: 10

Una de las más originales y mejores propuestas infantiles de los años ’80 fue la de este Teatro de Cuentos de Hadas.Emitida en su momento por TVE esta serie conto con Shelley Duvall que fue,no solo su anfitriona,sino también productora ejecutiva y ocasional protagonista de adaptaciones televisivas de los clásicos de la literatura infantil. Contando con presupuestos limitados, Duvall tuvo éxito en atraer a directores de primera talla (Tim Burton o Francis Ford Coppola) asi como a muchos de los mejores actores tanto clasicos(Christopher Lee o Vincent Price)como del Momento(Robin Williams,Christopher Reeves,Angelica Huston o Susan Sarandon).Añadir Anotación
Realmente unica,esta serie tenia un poder de adiccion mayor que el de ninguna otra creada hasta el momento.A España Llego en 1984/1985 con el nombre de "Cuentos De Las Estrellas" y estuvo en Primera linea de audiencia durante mucho tiempo.Cada directo plasmaba con especial impetú su particular vision de de los cuentos de Hadas.Asi Tim Burton,creo un Onirico Viaje,lleno de Magia en el Cuento que le toco Dirigir,"Blancanieves",perfecto para poner su particular vision "Tenebrista" del cine,en los Decorados,en la dulce BlancaNieves y en la Malevola Reina/Madrasta,o en su "Aladin y la Lampara Maravillosa",donde plasmo ese lujo Oriental mezclado con su Imcomparable vision artistica.Añadir Anotación
Otro Grande como Francis Ford Coppola se encargo de "Rip Van Winkle",cuento menos conocido(tanto que ni yo recuerdo de que va).
Para tan ardua tarea Duvan conto tambien con algunos de los mejores actores del momento como Robin Williams en "El principe encantado", Matthew Broderick en "Cenicienta", Billy Crystal y Jeff Goldblum en "Los Tres Cerditos", Susan Sarandon en "La Bella Y la Bestia", Vincent Price en "Blancanieves", Christopher Reeve en "La Bella Durmiente" o Christopher Lee en "Juan Sin Miedo".Este Episodio lo recuerdo en Especial Cariño,puesto que es uno de mis cuentos Favoritos y estaba enfocado de una forma Oscura,Tetrica,Lugubre,Quasi Gótica...Excelente.Añadir Anotación
Esta serie revoluciono las tardes Españolas y dejo un gran recuerdo en muchos de nosotros como por ejemplo,y sino me equivoco era en esta,el Hombre con Pipa que sentado en su Silla con la Chimenea al Lado,contaba el cuento,Introduciendonos en el libro.Y pido perdon por si me he equivocado y no era en esta,y fue en esa "secuela" de igual belleza llamada TALL TALES,tambien producida por Duvall,y que alcanzo el mismo exito que esta.Añadir Anotación
Por supuesto es imposible comentar las caracteristicas tecnicas de cada uno de los 27 episodios,tanto en su aspecto Visual como Sonoro,debido a que cada director elegia a su equipo de colaboradores y ningun episodio se parecia a otro..simplemente todos eran magicos y unicos.
Una Magnifica serie que hace que muchos de nosotros miremos atras con nostalgia y digamos entre suspiros "Eso eran programas Infantiles".
Imprescindible.Añadir Anotación

Extraido de Dreamers.com

El cuentacuentos - Jim Hemson







Esta serie creada por Jim Henson fue de las últimas que hizo, aunque ya llevaba a sus espaldas una carrera envidiable dentro del mundo de la fantasía: es el creador de la archiconocida Barrio Sésamo (Sesame Street en USA, serie que data de 1969), los teleñecos y Fraguel Rock, además de las películas Cristal Oscuro y El Laberinto, dos clásicos del cine de fantasía.

Se puede decir que ha contribuido con creces a la difusión del entretenimiento infantil, con series y películas que han pasado a la historia.

Volvamos a la serie que nos ocupa, El Cuentacuentos. Esta serie es de finales de los 80 (concretamente 1988) y consta de 9 episodios cuyo guión era elaborado por Anthony Minghella (Cold Mountain, El Talento de Mister Ripley).

Cada capítulo comienza con el narrador, interpretado por
John Hurt, que acompañado por su perro parlante comienza a contar una historia, que son cuentos tradicionales; duran unos 20 minutos y en ellos podemos encontrar una gran cantidad de las marionetas de la fábrica de Jim Henson.


Los medios no eran muy buenos, pero está bien conseguida, se consigue un efecto visual parecido a como si un libro cobrara vida; muchas veces los personajes andan por pinturas o dibujos, acentuando esta sensación.


Me gustan especialmente las transiciones entre escenas, relacionando el cuento con el "mundo real", como cuando se ve el reflejo en el plato del agua del perro y es el reflejo en un lago del cuento y ya sigue ahí la historia.

Entre los cuentos hay algunos conocidos como la Cenicienta, aunque eso sí, diferente de la versión de Disney que se ha establecido como la estándar. Me gustó especialmente el cuento de "Los tres Cuervos", en el que la protagonista tiene que sufrir mil calamidades a manos de la mala de turno; su fuerza de voluntad fue encomiable, me gustó mucho.

En todos los cuentos encontraremos criaturas asombrosas y sobre todo, un aire mágico que se destila a través de la serie; el efecto del narrador creo que ayuda en esto, me recordaba a la clásica escena del cuento cuando estás en la cama.

Lamentablemente no tenemos todavía edición en DVD de esta serie en España, aunque como ya dije hace poco van a publicar la segunda parte, los mitos griegos. En Zona 1 se puede adquirir la serie entera (por ejemplo en Amazon) por unos 12 euros y medio, sin contar gastos de envío.

Como curiosidad, en el último capítulo (Mi Verdadera Novia) me encontré con una cara conocida, pero mucho más joven... ¡¡El mismísimo Sean Bean!! El Boromir de El Señor de los Anillos y malo por excelencia de casi cualquier película que haga salía hecho un mozalbete en este capítulo, interpretando a un jardinero que se queda prendido de una muchacha.

En definitiva, una serie que vendría estupendamente incluso hoy día, en lugar de tanto programa idiotizante; una pena que ya no se apueste por cosas así.

(extraido de  :

http://torredehechiceria.blogspot.com/2005/11/el-cuentacuentos-de-jim-henson.html)

Monologo de cuentos - Angel Martín













Sobre los grandes traumas de nuestros cuentos de infancia...adoro a este tio XD

Cuentos asombrosos - Steven Spilberg







Cuentos asombrosos (Amazing Stories en inglés) fue una exitosa serie de televisión estadounidense dirigida por Steven Spielberg entre 1985 y 1987 para la NBC.

Cada semana ofrecía nuevas historias al estilo de otros programas como Dimensión Desconocida. Pero al contrario que dicho programa, no tenía una línea argumental continua. A pesar de haber sido candidata a doce Premios Emmy, la serie no tuvo un gran éxito y la NBC decidió no renovar el contrato tras dos años de emisión.

La serie fue llamada así en honor a una revista de ciencia ficción de los años 1920 del mismo nombre.

Hace 2 años esta serie fue emitida en canal sur sobre las 8-9 de la noche

Shin chan La grulla agradecida







La version original japonesa de ste hermoso cuento podeis leerla en la seccion cuentos de este blog "Lagrulla agradecida"

y en este caso podeis ver la version de Shin chan para reiros un rato Este niño tiene una gran imaginacion para contar sus propios cuentos...

Shnchan y el Gorrión sinlengua

http://es.youtube.com/watch?v=LBRNCk8Xigg

En esta ocasion pillamos a Shin chan representano una obra de teatro en el colegio, el cuento infantil del gorrion sin lengua. Claro que no podemos ver el final porque Shin chan no llega a acabar la obra XD

Shin chan y la Mujer de Nieve







Una version un poco distorsionada de este hermoso cuento del conjunto de leyendas del perdonaje japones "La mujer de nieve" Uno de estos dias prometo transcribiros todas las leyendas que se al respecto.

Aunque claro, siendo obra de Shinosuke...el cuento cambia un poco XD

 

Como prometí aqui teneis hasta ahora todo lo referente en este blog sobre Yuki ona

Cuento de Yuki onna (La mujer de las nieves)


Leyenda Yuki onna


Datos sobre Yuki onna


Yuki onna fuera de los cuentos (Proximamente)


 

Shin chan y el viejo egoista







En este capitulo el nos cuenta sobre un cuento popular japones Hanasakajin san disponible en este blog

En la versión de Shin chan nos encontramos con un perro perdido mientras que la escritaque conozco el viejo egosita es el dueño del perro y los ancianos le recogen porque el lo trata muy mal.

Shin-chan La liebre y la tortuga







Este cuento popular vuelve a ser transformado en algo hilarante en manos de Shin chan, el cual se convertiráen la tortuga que intentará vencer a las liebres para ayudar a su amigo Masao (en este caso Max en la verson Latinoamericana)

Aun asi los chistes son verdaderamente graciosos, disfrutadlo

Shin-chan y el cuento de miedo





Shin chan nos cuenta Caperucita roja







En esta parodia Shin chan y sus amigos nos cuentan la historia de caperucita roja de una manera...peculiar...mezclandola con alguna historia local o similar japonesa, donde un ninja escapa de un grupo de samurais para entregar una carta en un castillo.

Como podeis observar, todo viene de la cabeza de Shin chan, por lo cual las paridas quedan totalmente aseguradas.

Disfrutadlo gracias a Dailymotion (Youtube me borró los videos anteriores)  y recordad como de pequeños contabamos los cuentos a nuestra manera incluyendo los personajes que mas nos gustaban o intentando jugra a cambiar el original

La conspiración Roswell

Esta serie consta de dos temporadas, la primera de 13 capítulos y la segunda más extensa de 27, que fueron emitidos entre agosto de 1999 y abril de 2000 en los Estados Unidos.
En la serie de animación se toma como base la historia ocurrida en Roswell para relatar que no sólo existen los extraterrestres sino que están infiltrados entre nosotros hace siglos y que ahora están decididos a hacerse con el poder. La Alianza Global es la encargada de impedir esos planes sin descubrir lo que está ocurriendo y sin permitir que nuestro mundo se vea amenazado por unos alienígenas.
Nick Logan comanda el equipo acompañado de una ex miembro del clan alienígena Banshee que ha vivido durante siglos en las islas británicas y tiene ciertos poderes como la levitación, posibilidad de lanzar rayos energéticos y predecir la muerte.

He elegido esta serie para este rincon porque no solo nos habla de los extraterrestres, sino que toca en profundadidad diferentes seres mitologicos de distintos paises, y nos develan algunos secretos de las leyendas popularees, desde su partiicular vision. Un poco distorsionado de lo que buscamos pero realmente entretenida y saben captar tu emocion hasta el final.

http://www.stage6.com/Anime-y-dibus/video/1994115/La-conspiracion-Roswell--1--cebo-I

Ahi teneis el primer capitulo por si quereis echarle un ojo

La princesa caballero (Chopi y la Princesa)







Ahi teneis la introduccion de esta magnifica historia del gran maestro Osamu Tezuka, autor de otras grandes obras como Astroboy, Kimba el leon blanco, Adolf, Buda, Fenix...etc

La he elegido porque en esta obra Tezuka supo recrear , sobre todo el manga, un cuento de lo mas emocionante, en el que mezcla amor, disfraces, situaciones disparatadas, malvados, malos no tan malos, brujas, piratas, diablillos, reyes, animalitos del bosque, angeles...y como no..Una princesa poco convencional que fue criada como un varon para evitar la ley salica en ese reino.

Quizas os suena a bastante tipica esta historia, pero todas las demas os aseguro se empezaron a tejer desde esta magnifica obra, intemporal, imperecedera y que gusta a todos los generos y edades, ya sabeis, La princesa, perdon, el principe Zafiro y Choppi (Tink) os esperan para envolveros en mas de mil cuentos diferentes, si le dais la oportunidad.


tetsujinsy7.jpg

Utena...una princesa diferente




utena6.jpg





"Érase una vez, hace mucho  tiempo..

había una pequeña princesa

que estaba muy muy triste

porque su padre y su madre habian muerto

Entonces aparecío un principe viajero

sobre un hermoso caballo blanco...

Tenía un noble porte y una amable sonrisa

El principe abrazó a la niña envolviendola

en esencia de rosas

y gentilmente bebío las lagrimas de sus ojos

El principe le dijo:

"Pequeña, ¿quien puede resistir solo este profundo  pesar?

Nunca pierdas tu fuerza y nobleza cuando crezcas

Te regalo esto, para que me recuerdes

y pronto nos volveremos a ver

Este anillo te guiará hasta a mí

Quizas el regalo del principe

era una nillo de compromiso

 

Hasta aqui...todo bien

Pero la princesa quedo tan impresionada por el principe

que prometio volverse como él algún dia

Pero ¿fue realmente una buena idea?

 







Asi mas o menos a modo de cuento de sombras chinescas empieza esta serie, que mas de un quebradero de cabeza ha dado a asociaciones de padres y a fans que nos gusta bastante con todas las tramas extrañas que tiene y no sabemos el porque. He elegido esta serie porque la historia se relaciona mucho durante toda la serie con este pequeño cuento y no solamente este opening.

La historia comienza cuando Utena Tendou pierde a sus padres de niña y tiene ese extraño encuentro con el principe. Todos asimilamos que s una metafora, pero a conclusion de este encuantro Utena (cuyo nombre si8gnifica caliz de rosa) decide ser como el...el todos los sentidos. Asi que se busca un uniforme parecido al de un principe en vex del tipico traje de japonesita de instituto, se comporta como un chico y trae de cabeza a los profesores y las chicas de la escuela.

Un dia siguiendo las pistas de su principe se inscribe en el Instituto Hotori donde se vera involucrada en un juego extraño de un mas extraño club elitista llamados "Del fin del mundo" que se dedican a hacer duelos al mas puro estilo la rosa de Versalles para ganar a la "Novia de la rosa, Anthy Himemiya, una chica sumisa y medio tonta que se dedica a servir al ganador y sacar de su pecho (¿¿¿?) una espada, la llamada Espada de Dios que hace vencer en los duelos. ¿como se ve Utena metida en este lio? Por culpa del anillo que su amado principe le dio.

Al principio se niega a los duelos, hasta que ve como el "ganador" Saionji, maltrata a Anthy y sintiendo compasion por ella decide liberarla ganando el duelo...pero para su sorpresa la chica decide ser su esclava y empezaran los problemas, pues toda la asociacion quiere retarla para conseguirla.

Utena ha llegado alli siguiento a su principñe azul ¿Estara entre las aulas de la escuela Hotori?

Merece la ena calentarse el coco y ver el anime, eso si, armaos de pacienciencia porque vais a ver metaforas, mensajes subliminales y demas situaciones comicas a punta pala.

¿Como acabará el cuent de la princesa que quiso ser principe?

 

 

 

 

 

El Amor y la Locura

En el principio de los tiempos, cuando no existía nada. Cuando ni siquiera el tiempo existía porque nadie había inventado nada para llevarle la cuenta. Cuando el hombre todavía no existía, en mitad del universo estaban reunidos los vicios y las virtudes que más tarde poblarían a los humanos en mayor o menor medida.

Y los vicios y las virtudes se pasaban todo el día discutiendo y peleando, sobre todo azuzados por la Ira y la Discordia. Y discutían sobre quien habitaría el cuerpo de los humanos, si los vicios o las virtudes. Y no se ponían de acuerdo porque unos decía que habría mas virtudes que vicios en los humanos y otros que al revés, que sería mayor el número de vicios que estarían en los humanos.

Y como nadie se ponía de acuerdo. La Locura, que estaba loca, tubo una idea que le pareció genial. Y dando brincos en mitad de la reunión dijo:

- Tengo una idea, tengo una idea para solucionar la discusión.

Todos se quedaron expectantes. Y la Locura dando carreras sin ton ni son y saltando por todos lados dijo:

- Es una idea genial que seguro que no falla. Sí, sí, sí, sí

En este punto la Intriga, que estaba realmente intrigada, pensó:

- "¿Cuál será la idea tan buena que ha tenido esta Locura? "

Y la Locura seguía dando botes y haciendo cabriolas y diciendo:

- ¡Lo tengo! ¡Lo tengo!.

Y la Intriga que estaba cada vez más intrigada, azuzada por la Curiosidad preguntó por fin:

- Oye, ¿Y cual es esa idea tan buena?.

La Locura dio un brinco y después otro y dijo:

- Muy fácil, muy fácil, muy fácil. ¡Se trata de un juego!.

Como la Locura seguía dando saltos y no parecía que fuese a decir nada más, la Intriga preguntó:

- ¿Y que juego es?

- Es muy sencillo, es un juego genial y muy divertido. - dijo la Locura - Es el juego del escondite.

Entonces la Intriga sí que se quedó intrigada. Y como ya no podía soportar tanta intriga dijo:

- ¿Y qué demonio de juegos es ese?.

- Muy fácil, muy fácil, muy fácil. - dijo la Locura dando vueltas alrededor de la Intriga - Uno de nosotros se pone a contar de uno a cien de cara a un tronco muy grande y con los ojos tapados. Y los demás salen corriendo a esconderse donde puedan. Luego el que cuenta sale a buscar a los demás. Si al último que encuentre es una virtud, serán las virtudes las que habiten al hombre en mayor número, si es un vicio serán los vicios los que habiten a los humanos.

Entonces alguien entre la multitud dijo:

-¿Y si encuentra una pareja de virtud y vicio?.

La Locura pensó un instante y dijo:

- Muy sencillo, se repartirán por igual.

La Inteligencia, que hasta entonces se había creído la más inteligente pensó:

- "Vaya idea que se le ha ocurrido a esta Locura. ¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí?."

Entonces la Intriga preguntó:

- ¿Y quien va a contar?.

Y la Ternura dijo:

- Anda, Locura, ya que se te ha ocurrido a ti tan buena idea, ¿qué mejor que seas tú quien cuente?.

- De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo. - dijo la Locura.

Y se fue a un tronco a contar:

- Veintisiete, cuarenta y dos, catorce, sesenta...

Todas las virtudes y los vicios salieron corriendo a esconderse.

La Justicia cogió de la mano a la Verdad, porque la Verdad siempre acompaña a la Justicia, y se fueron hasta un río que pasaba por allí cerca. Era un río de aguas cristalinas y puras. Y la Justicia dijo:

- Nos esconderemos aquí, para que luego digan que la Justicia no es clara. -

Y la Justicia se escondió en el fondo del río junto con la Verdad.

La Ensoñación cogió a la Ternura de la mano y dando saltitos se fueron a esconder detrás de una nube rosa. Y allí comenzaron a pintar las nubes de tonos morados, rojos, rosas y azules. Y es por eso que en los atardeceres el cielo se llena de nubes de colores.

La Lujuría cogió de la mano a la Pasión y juntas escalaron una montaña para esconderse en ella. Pero una vez dentro la temperatura empezó a subir y las rocas a calentarse y a fundirse hasta que la Lujuría y la Pasión hicieron nacer un volcán en aquella montaña.

La Pereza no se movió de donde estaba. Con el sueño que tenía ella, se iba a molestar en esconderse. Vamos, y se echó a dormir detrás de un banco que había por allí cerca.

Y así se fueron escondiendo todos, todos menos dos.

- treinta y tres, cincuenta y ocho, siete...

La Envidia, envidiosa como siempre, quería saber donde se escondía todo el mundo y se quedó allí en medio.

- setenta y siete, ochenta y seis, cincuenta y uno...

El otro que no se escondía era el Amor. Porque el amor es indeciso y no sabía dónde esconderse.

La Locura estaba llegando al final de la cuenta:

- noventa y ocho...

El Amor y la Envidia no sabían dónde meterse. La envidia vio un pino y se subió en lo alto.

- noventa y nueve...

En el último momento el Amor se tiró a un rosal de rosas rojas donde nadie se había escondido porque estaba lleno de púas.

- y ¡cien!.

La Locura se dio la vuelta y empezó a buscar a sus compañeros.

- ¡Por la Lealtad!.- La Lealtad, leal como era, no se había movido del lado de la Locura.

- ¡Por la Esperanza!.- La Esperanza se había escondido cerca pensando que quizá no la encontrarían.

- ¡ Por la Ignorancia!.- La Ignorancia, despistada salió preguntando

- ¿A qué estamos jugando?

- ¡Por la gula que está comiendo pasteles!.

- ¡Por la Soberbia!.

La Soberbia salió muy encendida y dijo:

- Me había escondido muy bien, ¿A que me has encontrado de las últimas?, ¡Vamos, con lo bien que me escondo yo!

- ¡ Por la Humildad!.

La Humildad se acercó a la Locura y le dijo:

- La verdad es que me has encontrado  muy de bien.

- ¡Por la Pereza!.

La Pereza seguía durmiendo plácidamente a pesar de todo el alboroto que la Locura estaba montando.

La Locura llegó hasta el río de aguas cristalinas, miró al fondo y vio a la Verdad y a la Justicia. Y gritó:

-¡La Justicia y la Verdad están allá abajo!.

La Justicia, que vio que la habían visto, revolvió el fondo para que las aguas se volvieran turbias y no pudieran verlas. Y le dijo a la Verdad:

- Tú quédate aquí que yo saldré por las dos y convenceré a la Locura de que no te ha visto.

Y la Verdad le hizo caso y allí se quedó, y la Justicia salió corriendo detrás de la Locura, y corría más y más hasta estar a punto de alcanzarla cuando de repente se tropezó con una piedra y se cayó. Con la caída se había lastimado una rodilla, pero aun así se levantó y siguió corriendo cojeando, pero cuando llegó la Locura ya había llegado.

Es por eso que la Justicia cojea, pero siempre llega. Y desde entonces a la Verdad no se le ve por ningún lado.

Entonces la Locura se fijó en que la montaña donde se habían ocultado la Pasión y la Lujuria ahora era un volcán.

-¡Qué raro! - se dijo la Locura. Y fue a investigar.

Así que la Locura subió por la ladera del volcán y se asomó al borde del cono. Y allá abajo, en una repisa de piedra Pasión y Lujuria estaban dando rienda suelta a todo lo que representaban. La Locura, avergonzada, dijo mirando para otro lado:

-¡Por la Lujuria y la Pasión que están ahí abajo haciendo cosas feas! - y se fue corriendo dejando a la Lujuria y a la Pasión, quienes no se habían enterado de nada, con sus cosas.

Luego la Locura miró al horizonte y vio nubes de colores en forma de dragones, elefantes, princesas, duendes y castillos. Y pensó la Locura:

- "Esto parece cosa de la Ensoñación, y si la Ensoñación está por aquí la Ternura no tiene que andar lejos".

Y efectivamente, subió hasta las nubes y allí vio a la Ensoñación contándole cuentos a la Ternura y esta mientras tanto hacía nubes con las formas que le relataba la Ensoñación. Y la Locura, viéndolas tan atareadas no quiso molestarlas y escribió en una nube: "¡Por la Ensoñación y la Ternura!." Y se fue.

La Locura ya había descubierto a todo el mundo menos a dos: la Envidia y el Amor (ya que a pesar de lo que decía la Justicia, ella tenía una cierta idea de por donde estaba la Verdad. Los locos están locos, pero no son nada tontos). Ya no sabía dónde buscar y miró al cielo para pedir ayuda. Y con esto vio a la Envidia que estaba en lo alto del pino.

- ¡Por la Envidia!.

La Envidia, envidiosa de que no hubieran encontrado al Amor, se bajó del árbol y dijo:

- Pues el amor está escondido en esas zarzas.

La Locura dio vueltas a la zarza pero no vio al Amor, y es que el Amor es difícil de encontrar a veces.

- Pero busca bien, que está ahí.- dijo la Envidia.

La Locura intentó apartar las zarzas con las manos pero se pinchó

-¡Ay!

Y es que a veces el Amor hace daño sin querer.

- Pero busca bien, que seguro que está ahí. - azuzó la Envidia.

La Locura ya no sabía que hacer y cogió una horca de dos puntas y comenzó a pinchar las zarzas con ella. Finalmente se oyó un grito que dejó a todos helados:

-¡Ahhhhh!. -

El Amor salió de las zarzas con las cuencas de los ojos vacías bañadas en sangre en sangre. La Locura no sabía que hacer, todos le estaban mirando, y sintiéndose culpable por lo que había hecho le prometió al Amor que a partir de ese momento sería su lazarillo.

Y es por eso que dicen que el Amor es ciego y siempre va acompañado por la Locura.

Hoy comí con Dios

Un niño pequeño quería conocer a Dios; sabia que era un largo viaje hasta donde Dios vive, así que empacó su maleta con pastelillos y refrescos, y empezó su jornada.

Cuando había caminado como tres cuadras, se encontró con una mujer anciana. Ella estaba sentada en el parque, solamente ahí parada contemplando algunas palomas.

El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. Estaba a punto de beber su refresco, cuando notó que la anciana parecía hambrienta, así que le ofreció un pastelillo.

Ella agradecida aceptó el pastelillo y sonrió al niño. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció uno de sus refrescos.

De nuevo ella le sonrió. ¡El niño estaba encantado!

El se quedó toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de los dos dijo nunca una sola palabra, mientras oscurecía, el niño se percató de lo cansado que estaba, se levantó para irse, pero antes de seguir sobre sus pasos, dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.

Ella, después de abrazarlo le dio la más grande sonrisa de su vida.

Cuando el niño llegó a su casa, abrió la puerta. Su madre estaba sorprendida por la cara de felicidad. Entonces le preguntó:

-Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?

El niño contestó:

-¡Hoy almorcé con Dios!...

Y antes de que su madre contestara algo, añadió: -¿Y sabes qué? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que he visto!

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo se quedó sorprendido por la expresión de paz en su cara, y preguntó:

-Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz? La anciana contestó:

-¡Comí con Dios en el parque!... Y antes de que su hijo respondiera, añadió:

-¿Y sabes? ¡Es más joven de lo que pensaba!

El acertijo- Hermanos Grimm

Érase una vez el hijo de un rey, a quien entraron deseos de correr mundo, y se partió sin más compañía que la de un fiel criado. Llegó un día a un extenso bosque, y al anochecer, no encontrando ningún albergue, no sabía dónde pasar la noche. Vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita, y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Dirigióse a ella y le dijo:

- Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y al criado?

- De buen grado lo haría -respondió la muchacha con voz triste-; pero no os lo aconsejo. Mejor es que os busquéis otro alojamiento.

- ¿Por qué? -preguntó el príncipe.

- Mi madrastra tiene malas tretas y odia a los forasteros ­contestó la niña suspirando.

Bien se dio cuenta el príncipe de que aquella era la casa de una bruja; pero como no era posible seguir andando en la noche cerrada, y, por otra parte, no era miedoso, entró. La vieja, que estaba sentada en un sillón junto al fuego, miró a los viajeros con sus ojos rojizos:

- ¡Buenas noches! -dijo con voz gangosa, que quería ser amable-. Sentaos a descansar-. Y sopló los carbones, en los que se cocía algo en un puchero.

La hija advirtió a los dos hombres que no comiesen ni bebiesen nada, pues la vieja estaba confeccionando brebajes nocivos. Ellos durmieron apaciblemente hasta la madrugada, y cuando se dispusieron a reemprender la ruta, estando ya el príncipe montado en su caballo, dijo la vieja:

- Aguarda un momento, que tomarás un trago, como despedida.

Mientras entraba a buscar la bebida, el príncipe se alejó a toda prisa, y cuando volvió a salir la bruja con la bebida, sólo halló al criado, que se había entretenido arreglando la silla.

- ¡Lleva esto a tu señor! -le dijo. Pero en el mismo momento se rompió la vasija, y el veneno salpicó al caballo; tan virulento era, que el animal se desplomó muerto, como herido por un rayo. El criado echó a correr para dar cuenta a su amo de lo sucedido, pero, no queriendo perder la silla, volvió a buscarla. Al llegar junto al cadáver del caballo, encontró que un cuervo lo estaba devorando.

«¿Quién sabe si cazaré hoy algo mejor?», se dijo el criado; mató, pues, el cuervo y se lo metió en el zurrón.

Durante toda la jornada estuvieron errando por el bosque, sin encontrar la salida. Al anochecer dieron con una hospedería y entraron en ella. El criado dio el cuervo al posadero, a fin de que se lo guisara para cenar. Pero resultó que había ido a parar a una guarida de ladrones, y ya entrada la noche presentáronse doce bandidos, que concibieron el propósito de asesinar y robar a los forasteros. Sin embargo, antes de llevarlo a la práctica se sentaron a la mesa, junto con el posadero y la bruja, y se comieron una sopa hecha con la carne del cuervo. Pero apenas hubieron tomado un par de cucharadas, cayeron todos muertos, pues el cuervo estaba contaminado con el veneno del caballo.

Ya no quedó en la casa sino la hija del posadero, que era una buena muchacha, inocente por completo de los crímenes de aquellos hombres. Abrió a los forasteros todas las puertas y les mostró los tesoros acumulados. Pero el príncipe le dijo que podía quedarse con todo, pues él nada quería de aquello, y siguió su camino con su criado.

Después de vagar mucho tiempo sin rumbo fijo, llegaron a una ciudad donde residía una orgullosa princesa, hija del Rey, que había mandado pregonar su decisión de casarse con el hombre que fuera capaz de plantearle un acertijo que ella no supiera descifrar, con la condición de que, si lo adivinaba, el pretendiente sería decapitado. Tenía tres días de tiempo para resolverlo; pero eran tan inteligente, que siempre lo había resuelto antes de aquel plazo. Eran ya nueve los pretendientes que habían sucumbido de aquel modo, cuando llegó el príncipe y, deslumbrado por su belleza, quiso poner en juego su vida. Se presentó a la doncella y le planteó su enigma:

- ¿Qué es -le dijo- una cosa que no mató a ninguno y, sin embargo, mató a doce? En vano la princesa daba mil y mil vueltas a la cabeza, no acertaba a resolver el acertijo. Consultó su libro de enigmas, pero no encontró nada; había terminado sus recursos. No sabiendo ya qué hacer, mandó a su doncella que se introdujese de escondidas en el dormitorio del príncipe y se pusiera al acecho, pensando que tal vez hablaría en sueños y revelaría la respuesta del enigma. Pero el criado, que era muy listo, se metió en la cama en vez de su señor, y cuando se acercó la doncella, arrebatándole de un tirón el manto en que venía envuelta, la echó del aposento a palos. A la segunda noche, la princesa envió a su camarera a ver si tenía mejor suerte. Pero el criado le quitó también el manto y la echó a palos.

Creyó entonces el príncipe que la tercera noche estaría seguro, y se acostó en el lecho. Pero fue la propia princesa la que acudió, envuelta en una capa de color gris, y se sentó a su lado. Cuando creyó que dormía y soñaba, púsose a hablarle en voz queda, con la esperanza de que respondería en sueños, como muchos hacen. Pero él estaba despierto y lo oía todo perfectamente.

Preguntó ella:

- Uno mató a ninguno, ¿qué es esto?

Respondió él:

- Un cuervo que comió de un caballo envenenado y murió a su vez.

Siguió ella preguntando:

- Y mató, sin embargo, a doce, ¿qué es esto?

- Son doce bandidos, que se comieron el cuervo y murieron envenenados.

Sabiendo ya lo que quería, la princesa trató de escabullirse, pero el príncipe la sujetó por la capa, que ella hubo de abandonar. A la mañana, la hija del Rey anunció que había descifrado el enigma y, mandando venir a los doce jueces, dio la solución ante ellos. Pero el joven solicitó ser escuchado y dijo:

- Durante la noche, la princesa se deslizó hasta mi lecho y me lo preguntó; sin esto, nunca habría acertado.

Dijeron los jueces:

- Danos una prueba.

Entonces el criado entró con los tres mantos, y cuando los jueces vieron el gris que solía llevar la princesa, fallaron la sentencia siguiente:

- Que este manto se borde en oro y plata; será el de vuestra boda.

La abeja haragana - Horacio Quiroga

Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo para convertirlo en miel, se lo tomaba del todo.

Era, pues, una abeja haragana. Todas las mañanas apenas el sol calentaba el aire, la abejita se asomaba a la puerta de la colmena, veía que hacía buen tiempo, se peinaba con las patas, como hacen las moscas, y echaba entonces a volar, muy contenta del lindo día. Zumbaba muerta de gusto de flor en flor, entraba en la colmena, volvía a salir, y así se lo pasaba todo el día mientras las otras abejas se mataban trabajando para llenar la colmena de miel, porque la miel es el alimento de las abejas recién nacidas.

Como las abejas son muy serias, comenzaron a disgustarse con el proceder de la hermana haragana. En la puerta de las colmenas hay siempre unas cuantas abejas que están de guardia para cuidar que no entren bichos en la colmena. Estas abejas suelen ser muy viejas, con gran experiencia de la vida y tienen el lomo pelado porque han perdido todos los pelos al rozar contra la puerta de la colmena.

Un día, pues, detuvieron a la abeja haragana cuando iba a entrar, diciéndole:

-Compañera: es necesario que trabajes, porque todas las abejas debemos trabajar.

La abejita contestó:

-Yo ando todo el día volando, y me canso mucho.

-No es cuestión de que te canses mucho -respondieron-, sino de que trabajes un poco. Es la primera advertencia que te hacemos.

Y diciendo así la dejaron pasar.

Pero la abeja haragana no se corregía. De modo que a la tarde siguiente las abejas que estaban de guardia le dijeron:

-Hay que trabajar, hermana.

Y ella respondió en seguida:

-¡Uno de estos días lo voy a hacer!

-No es cuestión de que lo hagas uno de estos días -le respondieron-, sino mañana mismo. Acuérdate de esto. Y la dejaron pasar.

Al anochecer siguiente se repitió la misma cosa. Antes de que le dijeran nada, la abejita exclamó:

-¡Si, sí, hermanas! ¡Ya me acuerdo de lo que he prometido!

-No es cuestión de que te acuerdes de lo prometido -le respondieron-, sino de que trabajes. Hoy es diecinueve de abril. Pues bien: trata de que mañana veinte, hayas traído una gota siquiera de miel. Y ahora, pasa.

Y diciendo esto, se apartaron para dejarla entrar.

Pero el veinte de abril pasó en vano como todos los demás. Con la diferencia de que al caer el sol el tiempo se descompuso y comenzó a soplar un viento frío.

La abejita haragana voló apresurada hacia su colmena, pensando en lo calentito que estaría allá adentro. Pero cuando quiso entrar, las abejas que estaban de guardia se lo impidieron.

-¡No se entra! -le dijeron fríamente.

-¡Yo quiero entrar! -clamó la abejita-. Esta es mi colmena.

-Esta es la colmena de unas pobres abejas trabajadoras le contestaron las otras-. No hay entrada para las haraganas.

-¡Mañana sin falta voy a trabajar! -insistió la abejita.

-No hay mañana para las que no trabajan- respondieron las abejas, que saben mucha filosofía.

Y diciendo esto la empujaron afuera.

La abejita, sin saber qué hacer, voló un rato aún; pero ya la noche caía y se veía apenas. Quiso cogerse de una hoja, y cayó al suelo. Tenía el cuerpo entumecido por el aire frío, y no podía volar más.

Arrastrándose entonces por el suelo, trepando y bajando de los palitos y piedritas, que le parecían montañas, llegó a la puerta de la colmena, a tiempo que comenzaban a caer frías gotas de lluvia.

-¡Ay, mi Dios! -clamó la desamparada-. Va a llover, y me voy a morir de frío. Y tentó entrar en la colmena.

Pero de nuevo le cerraron el paso.

-¡Perdón! -gimió la abeja-. ¡Déjenme entrar!

-Ya es tarde -le respondieron.

-¡Por favor, hermanas! ¡Tengo sueño!

-Es más tarde aún.

-¡Compañeras, por piedad! ¡Tengo frío!

-Imposible.

-¡Por última vez! ¡Me voy a morir! Entonces le dijeron:

-No, no morirás. Aprenderás en una sola noche lo que es el descanso ganado con el trabajo. Vete.

Y la echaron.

Entonces, temblando de frío, con las alas mojadas y tropezando, la abeja se arrastró, se arrastró hasta que de pronto rodó por un agujero; cayó rodando, mejor dicho, al fondo de una caverna.

Creyó que no iba a concluir nunca de bajar. AI fin llegó al fondo, y se halló bruscamente ante una víbora, una culebra verde de lomo color ladrillo, que la miraba enroscada y presta a lanzarse sobre ella.

En verdad, aquella caverna era el hueco de un árbol que habían trasplantado hacia tiempo, y que la culebra había elegido de guarida.

Las culebras comen abejas, que les gustan mucho. Por eso la abejita, al encontrarse ante su enemiga, murmuró cerrando los ojos:

-¡Adiós mi vida! Esta es la última hora que yo veo la luz.

Pero con gran sorpresa suya, la culebra no solamente no la devoró sino que le dijo: -¿qué tal, abejita? No has de ser muy trabajadora para estar aquí a estas horas.

-Es cierto -murmuró la abeja-. No trabajo, y yo tengo la culpa.

-Siendo así -agregó la culebra, burlona-, voy a quitar del mundo a un mal bicho como tú. Te voy a comer, abeja.

La abeja, temblando, exclamo entonces: -¡No es justo eso, no es justo! No es justo que usted me coma porque es más fuerte que yo. Los hombres saben lo que es justicia.

-¡Ah, ah! -exclamó la culebra, enroscándosé ligero -. ¿Tú crees que los hombres que les quitan la miel a ustedes son más justos, grandísima tonta?

-No, no es por eso que nos quitan la miel -respondió la abeja.

-¿Y por qué, entonces?

-Porque son más inteligentes.

Así dijo la abejita. Pero la culebra se echó a reír, exclamando:

-¡Bueno! Con justicia o sin ella, te voy a comer, apróntate.

Y se echó atrás, para lanzarse sobre la abeja. Pero ésta exclamó:

-Usted hace eso porque es menos inteligente que yo.

-¿Yo menos inteligente que tú, mocosa? -se rió la culebra.

-Así es -afirmó la abeja.

-Pues bien -dijo la culebra-, vamos a verlo. Vamos a hacer dos pruebas. La que haga la prueba más rara, ésa gana. Si gano yo, te como.

-¿Y si gano yo? -preguntó la abejita.

-Si ganas tú -repuso su enemiga-, tienes el derecho de pasar la noche aquí, hasta que sea de día. ¿Te conviene?

-Aceptado -contestó la abeja.

La culebra se echó a reír de nuevo, porque se le había ocurrido una cosa que jamás podría hacer una abeja. Y he aquí lo que hizo:

Salió un instante afuera, tan velozmente que la abeja no tuvo tiempo de nada. Y volvió trayendo una cápsula de semillas de eucalipto, de un eucalipto que estaba al lado de la colmena y que le daba sombra.

Los muchachos hacen bailar como trompos esas cápsulas, y les llaman trompitos de eucalipto.

-Esto es lo que voy a hacer -dijo la culebra-. ¡Fíjate bien, atención!

Y arrollando vivamente la cola alrededor del trompito como un piolín la desenvolvió a toda velocidad, con tanta rapidez que el trompito quedó bailando y zumbando como un loco.

La culebra se reía, y con mucha razón, porque jamás una abeja ha hecho ni podrá hacer bailar a un trompito. Pero cuando el trompito, que se había quedado dormido zumbando, como les pasa a los trompos de naranjo, cayó por fin al suelo, la abeja dijo:

-Esa prueba es muy linda, y yo nunca podré hacer eso.

-Entonces, te como -exclamó la culebra.

-¡Un momento! Yo no puedo hacer eso: pero hago una cosa que nadie hace.

-¿Qué es eso?

-Desaparecer.

-¿Cómo? -exclamó la culebra, dando un salto de sorpresa-. ¿Desaparecer sin salir de aquí?

-Sin salir de aquí.

-¿Y sin esconderte en la tierra?

-Sin esconderme en la tierra.

-Pues bien, ¡hazlo! Y si no lo haces, te como en seguida - dijo la culebra.

El caso es que mientras el trompito bailaba, la abeja había tenido tiempo de examinar la caverna y había visto una plantita que crecía allí. Era un arbustillo, casi un yuyito, con grandes hojas del tamaño de una moneda de dos centavos.

La abeja se arrimó a la plantita, teniendo cuidado de no tocarla, y dijo así:

-Ahora me toca a mi, señora culebra. Me va a hacer el favor de darse vuelta, y contar hasta tres. Cuando diga "tres", búsqueme por todas partes, ¡ya no estaré más!

Y así pasó, en efecto. La culebra dijo rápidamente:"uno..., dos..., tres", y se volvió y abrió la boca cuan grande era, de sorpresa: allí no había nadie. Miró arriba, abajo, a todos lados, recorrió los rincones, la plantita, tanteó todo con la lengua. Inútil: la abeja había desaparecido.

La culebra comprendió entonces que si su prueba del trompito era muy buena, la prueba de la abeja era simplemente extraordinaria. ¿Qué se había hecho?, ¿dónde estaba?

No había modo de hallarla.

-¡Bueno! -exclamó por fin-. Me doy por vencida. ¿Dónde estás?

Una voz que apenas se oía -la voz de la abejita- salió del medio de la cueva.

-¿No me vas a hacer nada? -dijo la voz-. ¿Puedo contar con tu juramento?

-Sí -respondió la culebra-. Te lo juro. ¿Dónde estás?

-Aquí -respondió la abejita, apareciendo súbitamente de entre una hoja cerrada de la plantita.

¿Qué había pasado? Una cosa muy sencilla: la plantita en cuestión era una sensitiva, muy común también aquí en Buenos Aires, y que tiene la particularidad de que sus hojas se cierran al menor contacto. Solamente que esta aventura pasaba en Misiones, donde la vegetación es muy rica, y por lo tanto muy grandes las hojas de las sensitivas. De aquí que al contacto de la abeja, las hojas se cerraran, ocultando completamente al insecto.

La inteligencia de la culebra no había alcanzado nunca a darse cuenta de este fenómeno; pero la abeja lo había observado, y se aprovechaba de él para salvar su vida.

La culebra no dijo nada, pero quedó muy irritada con su derrota, tanto que la abeja pasó toda la noche recordando a su enemiga la promesa que había hecho de respetarla.

Fue una noche larga, interminable, que las dos pasaron arrimadas contra la pared más alta de la caverna, porque la tormenta se había desencadenado, y el agua entraba como un río adentro.

Hacía mucho frío, además, y adentro reinaba la oscuridad más completa. De cuando en cuando la culebra sentía impulsos de lanzarse sobre la abeja, y ésta creía entonces llegado el término de su vida.

Nunca, jamás, creyó la abejita que una noche podría ser tan fría, tan larga, tan horrible. Recordaba su vida anterior, durmiendo noche tras noche en la colmena, bien calentita, y lloraba entonces en silencio.

Cuando llegó el día, y salió el sol, porque el tiempo se había compuesto, la abejita voló y lloró otra vez en silencio ante la puerta de la colmena hecha por el esfuerzo de la familia. Las abejas de guardia la dejaron pasar sin decirle nada, porque comprendieron que la que volvía no era la paseandera haragana, sino una abeja que había hecho en sólo una noche un duro aprendizaje de la vida.

Así fue, en efecto. En adelante, ninguna como ella recogió tanto polen ni fabricó tanta miel. Y cuando el otoño llegó, y llegó también el término de sus días, tuvo aún tiempo de dar una última lección antes de morir a las jóvenes abejas que la rodeaban:

-No es nuestra inteligencia, sino nuestro trabajo quien nos hace tan fuertes. Yo usé una sola vez de mi inteligencia, y fue para salvar mi vida. No habría necesitado de ese esfuerzo, sí hubiera trabajado como todas. Me he cansado tanto volando de aquí para allá, como trabajando. Lo que me faltaba era la noción del deber, que adquirí aquella noche. Trabajen, compañeras, pensando que el fin a que tienden nuestros esfuerzos -la felicidad de todos- es muy superior a la fatiga de cada uno. A esto los hombres llaman ideal, y tienen razón. No hay otra filosofía en la vida de un hombre y de una abeja.

Ave Fenix - Andersen

En el jardín del Paraíso, bajo el árbol de la sabiduría, crecía un rosal. En su primera rosa nació un pájaro; su vuelo era como un rayo de luz, magníficos sus colores, arrobador su canto.

Pero cuando Eva cogió el fruto de la ciencia del bien y del mal, y cuando ella y Adán fueron arrojados del Paraíso, de la flamígera espada del ángel cayó una chispa en el nido del pájaro y le prendió fuego. El animalito murió abrasado, pero del rojo huevo salió volando otra ave, única y siempre la misma: el Ave Fénix. Cuenta la leyenda que anida en Arabia, y que cada cien años se da la muerte abrasándose en su propio nido; y que del rojo huevo sale una nueva ave Fénix, la única en el mundo.

El pájaro vuela en torno a nosotros, rauda como la luz, espléndida de colores, magnífica en su canto. Cuando la madre está sentada junto a la cuna del hijo, el ave se acerca a la almohada y, desplegando las alas, traza una aureola alrededor de la cabeza del niño. Vuela por el sobrio y humilde aposento, y hay resplandor de sol en él, y sobre la pobre cómoda exhalan, su perfume unas violetas.

Pero el Ave Fénix no es sólo el ave de Arabia; aletea también a los resplandores de la aurora boreal sobre las heladas llanuras de Laponia, y salta entre las flores amarillas durante el breve verano de Groenlandia. Bajo las rocas cupríferas de Falun, en las minas de carbón de Inglaterra, vuela como polilla espolvoreada sobre el devocionario en las manos del piadoso trabajador. En la hoja de loto se desliza por las aguas sagradas del Ganges, y los ojos de la doncella hindú se iluminan al verla.

¡Ave Fénix! ¿No la conoces? ¿El ave del Paraíso, el cisne santo de la canción? Iba en el carro de Thespis en forma de cuervo parlanchín, agitando las alas pintadas de negro; el arpa del cantor de Islandia era pulsada por el rojo pico sonoro del cisne; posada sobre el hombro de Shakespeare, adoptaba la figura del cuervo de Odin y le susurraba al oído: ¡Inmortalidad! Cuando la fiesta de los cantores, revoloteaba en la sala del concurso de la Wartburg.

¡Ave Fénix! ¿No la conoces? Te cantó la Marsellesa, y tú besaste la pluma que se desprendió de su ala; vino en todo el esplendor paradisíaco, y tú le volviste tal vez la espalda para contemplar el gorrión que tenía espuma dorada en las alas.

¡El Ave del Paraíso! Rejuvenecida cada siglo, nacida entre las llamas, entre las llamas muertas; tu imagen, enmarcada en oro, cuelga en las salas de los ricos; tú misma vuelas con frecuencia a la ventura, solitaria, hecha sólo leyenda: el Ave Fénix de Arabia.

En el jardín del Paraíso, cuando naciste en el seno de la primera rosa bajo el árbol de la sabiduría, Dios te besó y te dio tu nombre verdadero: ¡poesía!.

El camaleón y el arcoiris

Comienza así nuestra historia:

Un camaleón orgulloso, que se burlaba de los demás por no cambiar de color como él. Pasaba el día diciendo: ¡Que bello soy!.

¡No hay ningún animal que vista tan señorial!.

Todos admiraban sus colores, pero no su mal humor y su vanidad.

Un día, paseaba por el campo, cuando de repente, comenzó a llover.

La lluvia, dio paso al sol y éste a su vez al arco iris.

El camaleón alzó la vista y se quedó sorprendido al verlo, pero envidioso dijo: ¡No es tan bello como yo!.

¿No sabes admirar la belleza del arco iris?: Dijo un pequeño pajarillo que estaba en la rama de un árbol cercano.

Si no sabes valorarlo, continuó, es difícil que conozcas las verdades que te enseña la naturaleza.

¡Si quieres, yo puedo ayudarte a conocer algunas!.

¡Está bien!: dijo el camaleón.

Los colores del arco iris te enseñan a vivir, te muestran los sentimientos.

El camaleón le contestó: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no necesito sentimientos para sobrevivir!.

El pajarillo le dijo: ¡Si no tratas de descubrirlos, nunca sabrás lo que puedes sentir a través de ellos!.

Además puedes compartirlos con los demás como hace el arco iris con su belleza.

El pajarillo y el camaleón se tumbaron en el prado.

Los colores del arco iris se posaron sobre los dos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos.

El primero en acercarse fue el color rojo, subió por sus pies y de repente estaban rodeados de manzanos, de rosas rojas y anocheceres.

El color rojo desapareció y en su lugar llegó el amarillo revoloteando por encima de sus cabezas.

Estaban sonrientes, alegres, bailaban y olían el aroma de los claveles y las orquideas.

El amarillo dio paso al verde que se metió dentro de sus pensamientos.

El camaleón empezó a pensar en su futuro, sus ilusiones, sus sueños y recordaba los amigos perdidos.

Al verde siguió el azul oscuro, el camaleón sintió dentro la profundidad del mar, peces, delfines y corales le rodeaban.

Daban vueltas y vueltas y los pececillos jugaban con ellos.

Salieron a la superficie y contemplaron las estrellas. Había un baile en el cielo y las estrellas se habían puesto sus mejores galas.

El camaleón estaba entusiasmado.

La fiesta terminó y apareció el color azul claro. Comenzaron a sentir una agradable sensación de paz y bienestar.

Flotaban entre nubes y miraban el cielo.

Una nube dejó caer sus gotas de lluvia y se mojaron, pero estaban contentos de sentir el frescor del agua.

Se miraron a los ojos y sonrieron.

El color naranja se había colocado justo delante de ellos.

Por primera vez, el camaleón sentía que compartía algo y comprendió la amistad que le ofrecía el pajarillo.

Todo se iluminó de color naranja.

Aparecieron árboles frutales y una gran alfombra de flores.

Cuando estaban más relajados, apareció el color añil, y de los ojos del camaleón cayeron unas lagrimitas. Estaba arrepentido de haber sido tan orgulloso y de no valorar aquello que era realmente hermoso.

Pidió perdón al pajarillo y a los demás animales y desde aquel día se volvió mas humilde.

El asno y el perrito

Un homre poseía un perrito y un asno. El perrito era muy inteligente y juguetón; el asno, muy trabajador, aunque un tanto torpe. El perrito era, en verdad, sumamente gracioso y gran compañero de su amo, que le adoraba. Cuando el hombre salía de la casa, siempre, al regresar, le traía alguna golosina, pues le alegraba ver cómo el animalito daba grandes saltos para sacárle de las manos.

Celoso de tal predilección, el simple del burro dijose un día, sin disimular su envidia. - ¡ Le premia por verle mover la cola, y por unos cuantos saltos le colma de caricias ! ¡ Pues yo haré lo mismo ! Se acercó saltando y, sin querer, le dio una tremenda coz a su dueño, quien, furioso, le condujo para atarle al pesebre.

Moraleja

Asume tu papel con optimismo:

No todos sirven para hacer lo mismo.

El árbol del ruiseñor

Hubo una vez un lindo ruiseñor que hacía su nido en la copa de un gran roble. Todos los días el bosque despertaba con sus maravillosos trinos.

La vida volvía a nacer entre sus ramas. Las hojas crecían y crecían. También lo hacían los polluelos del pequeño pajarito.

Su nido estaba hecho de ramitas y hojas secas.

Algunas ardillas curiosas se acercaban para ver como los polluelos picoteaban el cascarón hasta dejar un hueco en el que poder estirar su cuello. Empujaban con fuerza y lograban salir hacia fuera.

Sus plumitas estaban húmedas. En unas cuantas horas se habrían secado y los nuevos polluelos se sorprenderían de lo que les rodeaba.

El árbol estaba orgulloso de ellos. Él también era envidiado por los demás árboles no sólo por tener al ruiseñor sino por la belleza de su tronco y sus hojas. Era grandioso verlo en primavera.

Al llegar el otoño, las hojitas de los árboles volaban hacia el suelo. Con gran tristeza caían, pero el viento las mimaba y las dejaba caer con suavidad. Al pasar el tiempo éstas serían el abono para las nuevas plantas.

Al ruiseñor le gustaba jugar entre sombra y sombra. Revoloteaba haciendo piruetas, buscando la luz y cuando un rayo de sol iluminaba sus plumas, unas lindas notas musicales acompañaban su alegría y la de sus polluelos.

Un día un hongo fue a vivir con él. Ya lo conocía de antes se llamaba Dedi, bueno, tenía un nombre muy raro, pero ellos le llamaban así.

El roble comenzó a sentirse enfermito, tenía muchos picores y su piel se arrugaba.

De vez en cuando le corría un cosquilleo por el tronco.

Estaba un poco descolorido, ni siquiera tenía ganas de que los ciempiés jugaran alrededor de sus raíces.

Él hongo estaba celoso del árbol y de su amistad con el ruiseñor.

Pensó que si le enfermaba, el ruiseñor le haría mas caso a él, envidioso de su amor no le importó hacerle sufrir.

Los demás animales convencieron al hongo para que abandonara al árbol. Así conseguiría, ser su amigo pero nunca por la fuerza.

A partir de aquel día siempre se juntaban para ver amanecer.

El hongo aprendió una gran lección, su poder y su fuerza debía utilizarlas, para algo bueno, para crear, no para destruir.

Tu angel te cuidará - Anonimo

Cuenta una leyenda que a un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:

- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy

- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando y que te cuidara.

- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y Sonreír, eso basta para ser feliz.

- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz.

-¿Y como entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?

- Tu ángel te dirá las palabras mas dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.

-¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?

- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.

-He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?

- Tu ángel te defenderá mas aún a costa de su propia vida.

- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.

- Tu ángel te hablará siempre de Mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando...

-¡¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!!. ¿Cómo se llama mi ángel?

- Su nombre no importa, tu le dirás : MAMÁ .20070319220340-angel.jpg

El angel - Christian Andersen

Cada vez que muere un niño bueno, baja del cielo un ángel de Dios Nuestro Señor, toma en brazos el cuerpecito muerto y, extendiendo sus grandes alas blancas, emprende el vuelo por encima de todos los lugares que el pequeñuelo amó, recogiendo a la vez un ramo de flores para ofrecerlas a Dios, con objeto de que luzcan allá arriba más hermosas aún que en el suelo. Nuestro Señor se aprieta contra el corazón todas aquellas flores, pero a la que más le gusta le da un beso, con lo cual ella adquiere voz y puede ya cantar en el coro de los bienaventurados.

He aquí lo que contaba un ángel de Dios Nuestro Señor mientras se llevaba al cielo a un niño muerto; y el niño lo escuchaba como en sueños. Volaron por encima de los diferentes lugares donde el pequeño había jugado, y pasaron por jardines de flores espléndidas.

- ¿Cuál nos llevaremos para plantarla en el cielo? -preguntó el ángel.

Crecía allí un magnífico y esbelto rosal, pero una mano perversa había tronchado el tronco, por lo que todas las ramas, cuajadas de grandes capullos semiabiertos, colgaban secas en todas direcciones.

- ¡Pobre rosal! -exclamó el niño-. Llévatelo; junto a Dios florecerá.

Y el ángel lo cogió, dando un beso al niño por sus palabras; y el pequeñuelo entreabrió los ojos.

Recogieron luego muchas flores magníficas, pero también humildes ranúnculos y violetas silvestres.

- Ya tenemos un buen ramillete -dijo el niño; y el ángel asintió con la cabeza, pero no emprendió enseguida el vuelo hacia Dios. Era de noche, y reinaba un silencio absoluto; ambos se quedaron en la gran ciudad, flotando en el aire por uno de sus angostos callejones, donde yacían montones de paja y cenizas; había habido mudanza: veíanse cascos de loza, pedazos de yeso, trapos y viejos sombreros, todo ello de aspecto muy poco atractivo.

Entre todos aquellos desperdicios, el ángel señaló los trozos de un tiesto roto; de éste se había desprendido un terrón, con las raíces, de una gran flor silvestre ya seca, que por eso alguien había arrojado a la calleja.

- Vamos a llevárnosla -dijo el ángel-. Mientras volamos te contaré por qué.

Remontaron el vuelo, y el ángel dio principio a su relato:

- En aquel angosto callejón, en una baja bodega, vivía un pobre niño enfermo. Desde el día de su nacimiento estuvo en la mayor miseria; todo lo que pudo hacer en su vida fue cruzar su diminuto cuartucho sostenido en dos muletas; su felicidad no pasó de aquí. Algunos días de verano, unos rayos de sol entraban hasta la bodega, nada más que media horita, y entonces el pequeño se calentaba al sol y miraba cómo se transparentaba la sangre en sus flacos dedos, que mantenía levantados delante el rostro, diciendo: «Sí, hoy he podido salir».

Sabía del bosque y de sus bellísimos verdores primaverales, sólo porque el hijo del vecino le traía la primera rama de haya. Se la ponía sobre la cabeza y soñaba que se encontraba debajo del árbol, en cuya copa brillaba el sol y cantaban los pájaros.

Un día de primavera, su vecinito le trajo también flores del campo, y, entre ellas venía casualmente una con la raíz; por eso la plantaron en una maceta, que colocaron junto a la cama, al lado de la ventana. Había plantado aquella flor una mano afortunada, pues, creció, sacó nuevas ramas y floreció cada año; para el muchacho enfermo fue el jardín más espléndido, su pequeño tesoro aquí en la Tierra. La regaba y cuidaba, preocupándose de que recibiese hasta el último de los rayos de sol que penetraban por la ventanuca; la propia flor formaba parte de sus sueños, pues para él florecía, para él esparcía su aroma y alegraba la vista; a ella se volvió en el momento de la muerte, cuando el Señor lo llamó a su seno. Lleva ya un año junto a Dios, y durante todo el año la plantita ha seguido en la ventana, olvidada y seca; por eso, cuando la mudanza, la arrojaron a la basura de la calle. Y ésta es la flor, la pobre florecilla marchita que hemos puesto en nuestro ramillete, pues ha proporcionado más alegría que la más bella del jardín de una reina.

- Pero, ¿cómo sabes todo esto? -preguntó el niño que el ángel llevaba al cielo.

- Lo sé -respondió el ángel-, porque yo fui aquel pobre niño enfermo que se sostenía sobre muletas. ¡Y bien conozco mi flor!

El pequeño abrió de par en par los ojos y clavó la mirada en el rostro esplendoroso del ángel; y en el mismo momento se encontraron en el Cielo de Nuestro Señor, donde reina la alegría y la bienaventuranza.

Dios apretó al niño muerto contra su corazón, y al instante le salieron a éste alas como a los demás ángeles, y con ellos se echó a volar, cogido de las manos. Nuestro Señor apretó también contra su pecho todas las flores, pero a la marchita silvestre la besó, infundiéndole voz, y ella rompió a cantar con el coro de angelitos que rodean al Altísimo, algunos muy de cerca otros formando círculos en torno a los primeros, círculos que se extienden hasta el infinito, pero todos rebosantes de felicidad. Y todos cantaban, grandes y chicos, junto con el buen chiquillo bienaventurado y la pobre flor silvestre que había estado abandonada, entre la basura de la calleja estrecha y oscura, el día de la mudanza.angel.jpg

Los 3 reinos

Cuentan los muy ancianos que en tiempos remotos el águila y el león se repartían el gobierno de los animales. Reinaba el león sobre osos, lobos y demás cuadrúpedos que poblaban el planeta. El águila, por su parte, dictaba prudentes reglamentos que regían la vida y costumbres de las aves. Un día se reunieron ambos soberanos.

- ¡ Has de saber que el murciélago me ocasiona problemas ! - dijo el águila -. ¡Cuando le beneficia dice que es un pájaro y se mezcla con ellos, alegando que como ellos, vuela ! ¡ Pero cuando su interés reside en librarse de mis leyes, dice que es un mamífero y, por lo tanto, una bestía de tu juridicción y vasallo de tu imperio !

- ¡ Vaya con el avechucho ! - respondió el león enfadado -. ¡ Cuando intento someterle a las reglas con que gobierno a los cuadrúpedos, se niega a obedecerlas, alegando que, como vuela es un ave de las tuyas !

-¡ Pues yo no le quiero en mi reino ! - exclamó el águila.

- ¡ Ni yo en el mío decidió el león ! , convencidos ambos de que el murciélago era un pícaro, sólo dispuesto a desobedecer.

Moraleja

Quien tome dos partidos saldrá perjudicado:

será, con desconfianza, por ambos despreciado.

Los 3 enigmas del abad

Esto era una vez un viejo monasterio, situado en el centro de un enorme y frondoso bosque, en el que vivían muchos frailes.
Cada fraile tenía una misión diferente, así había un fraile portero, otro médico, otro cocinero, otro bibliotecario, otro pastor, otro jardinero, otro hortelano, otro maestro, otro boticario, es decir había un fraile para cada cosa y todos llevaban una vida monástica entregada al estudio y a la oración. Como en todos los monasterios, el fraile que más mandaba era el abad.
Se cuenta que había llegado a oídos del Señor Obispo de aquella región que el abad del monasterio era un poco tonto y no estaba a la altura de su cargo.
Para comprobar las habladurías de la gente le hizo llamar y le dio un año de plazo para que resolviera los tres enigmas siguientes:
1º) Si yo quisiera dar la vuelta al mundo ¿Cuánto tardaría?
2º) Si yo quisiera venderme ¿Cuánto valdría?
3º) ¿Qué cosa estoy yo pensando que no es verdad?
El abad regresó al monasterio y sentó en su despacho a pensar y pensar, y pensó tanto que por las orejas le salía humo. Se pasaba todo el día pensando, pero no se le ocurría nada, pensar sólo le daba un fuerte dolor de cabeza. Hasta entró en la biblioteca del monasterio por primera vez en su vida para buscar y rebuscar en los libros las soluciones y las respuestas que necesitaba.
Pasaba el tiempo sin que el abad resolviera los enigmas que le había planteado el Señor Obispo. Cuando ya quedaban pocos días para que se cumpliera el año de plazo salió a pasear por el bosque y se sentó desesperado debajo de un árbol.
Un joven y humilde fraile pastor que estaba cuidando las ovejas del monasterio le oyó lamentarse y le preguntó qué le ocurría. El abad le contó la entrevista con el Señor Obispo y los tres enigmas que le había planteado para probar sus conocimientos. El frailecillo le dijo que no se preocupara más porque él sabría como contestar al Señor Obispo. Así que, el mismo día que se terminaba el año de plazo, se presentó el joven fraile ante el Señor Obispo disfrazado con el hábito del abad y la cabeza cubierta con la capucha para que el Obispo no pudiera reconocerlo.
Después de recibirlo, el Señor Obispo quiso saber las respuestas a sus enigmas y volvió a plantear al falso abad la primera pregunta:
- Si yo quisiera dar la vuelta al mundo ¿Cuánto tardaría?
- Si Su Ilustrísima caminara tan deprisa como el sol -contestó rápidamente el frailecillo- sólo tardaría veinticuatro horas.
El Obispo después de pensarlo un rato quedó satisfecho con la respuesta, así que pasó a la segunda pregunta:
- Si yo quisiera venderme ¿Cuánto valdría?
El frailecillo respondió sin dudarlo:
- Quince monedas de plata.
Cuando el Obispo oyó esta respuesta preguntó:
- ¿Por qué quince monedas?
- Porque a Jesucristo lo vendieron por treinta monedas de plata y es lógico pensar que Su Ilustrísima valga sólo la mitad.
Le iban convenciendo al Señor Obispo las respuestas de aquel abad y empezaba a pensar que no era tan tonto como le habían dicho.
Entonces realizó la tercera y última pregunta:
- ¿Qué cosa estoy yo pensando que no es verdad?
- Su Ilustrísima piensa que yo soy el abad del monasterio cuando en realidad sólo soy el fraile que cuida de las ovejas.
Entonces el Obispo, dándose cuenta de la inteligencia de aquel joven fraile, decidió que el frailecillo ocupara el cargo de abad y que el abad se encargara de las ovejas.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres.

Asamblea de herramientas

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.

Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque,el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.

Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.

Finalmente la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.

Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el Carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos.

Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad.

Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

No Ocurre lo mismo con los seres humanos?

Observa y lo comprobarás. Cuando el ser humano busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa.

En cambio,cuando tratamos con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es ahí donde florecen los mejores logros humanos.

Es fácil encontrar defectos. Cualquier tonto puede hacerlo, Pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.